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Arbitraje en conflictos societarios

Arbitraje en conflictos societarios

¿Qué es el arbitraje y por qué es relevante en el ámbito societario?

El arbitraje es un procedimiento extrajudicial en el que las partes en disputa acuerdan someter la resolución de sus diferencias a uno o varios árbitros. La decisión de estos árbitros (conocida como laudo arbitral) es vinculante y de obligatorio cumplimiento.

En el ámbito empresarial, el arbitraje presenta varias ventajas respecto a los procesos judiciales:

– Imparcialidad: Este medio ofrece un gran respecto por parte de los árbitros a la libertad contractual, al proceso y el valor del objeto juzgado en el laudo.

– La rapidez con la que resuelve los conflictos el sistema arbitral. Como normal general, se debe resolver el conflicto en los seis meses siguientes a la fecha de la presentación de la contestación.

– La especialización de los árbitros en las diferentes materias del derecho, esto ayuda a conseguir que los conflictos se resuelvan en un menor tiempo.

– Mayor confidencialidad: Los procesos arbitrales son confidenciales, lo que protege la reputación de la empresa y evita la publicidad negativa asociada a los litigios judiciales.

Ahora bien, ¿dónde está la clave para someter un conflicto societario a arbitraje?

La base para someter un conflicto societario a arbitraje es la inclusión de una cláusula de sumisión a arbitraje en los estatutos sociales. Esta cláusula establece el compromiso de las partes de resolver sus diferencias mediante arbitraje, renunciando a la vía judicial ordinaria.

Requisitos para la inclusión de la cláusula arbitral:

– Acuerdo mayoritario: La inclusión de una cláusula de sumisión a arbitraje en los estatutos requiere el voto favorable de, al menos, 2/3 del capital social (artículo 11.2 bis de la Ley de Arbitraje).

– Designación de una institución arbitral: La cláusula debe designar una institución arbitral que se encargue de administrar el arbitraje y designar a los árbitros (art. 11.3 bis de la Ley de Arbitraje).

– Redacción precisa: La redacción de la cláusula arbitral es fundamental para evitar ambigüedades o interpretaciones erróneas. Se recomienda especificar claramente las materias que se someterán a arbitraje.

Tipos de Cláusulas Arbitrales:

Es importante distinguir entre dos tipos de cláusulas:

Cláusula genérica: Se refiere a someter a arbitraje «cualquier controversia o conflicto de naturaleza societaria». Aunque parece una opción simple, puede llevar a que se arbitren asuntos complejos que necesitan un análisis jurídico detallado y que podrían beneficiarse más de una revisión judicial.

Cláusula específica: Especifica las cuestiones concretas que serán sometidas a arbitraje, como conflictos entre socios sobre la interpretación de los estatutos o la impugnación de acuerdos sociales sobre ciertos temas. Esta opción proporciona mayor control y permite que las cuestiones más complejas se reserven para la vía judicial.

Recomendaciones para la Redacción de la Cláusula Arbitral:

Una cláusula arbitral bien redactada, es la base de todo procedimiento arbitral. En ella se refleja la voluntad de las partes de excluir la jurisdicción de los juzgados y tribunales, en favor del arbitraje. Es por ello, que debe prestarse especial atención a la hora de elaborar el convenio arbitral, con el fin de evitar que la cláusula sea patológica, o incluso “nulo, ineficaz o inaplicable” (Art. II.3 CNY 1958).

En lo que respecta la redacción esta debe cumplir con una serie de elementos:

(i) el lenguaje debe ser imperativo y no permisivo,

(ii) evitar expresiones que puedan parecer ambiguas, y

(iii) (deberá indicar si el arbitraje será institucional (indicando la institución competente) o ad hoc (debiendo reflejar el órgano para la elección del árbitro), si se opta por un arbitraje de Derecho o de equidad, el número de árbitros siempre impar que resolverán la controversia, la selección de reglas aplicables al procedimiento arbitral, la sede del arbitraje, la ley aplicable, el idioma en el caso de arbitrajes internacionales, posibles cualificaciones que deba reunir el árbitro, etc…

Validez y Aplicabilidad de la Cláusula Arbitral:

Una vez que la cláusula arbitral se incluye en los estatutos, su validez y aplicabilidad se extiende a todos los socios, incluidos los futuros, ya que se convierte en parte del contrato social.

El arbitraje, por tanto, es una alternativa eficaz a los litigios judiciales para resolver disputas societarias, proporcionando mayor rapidez, especialización, confidencialidad y flexibilidad. Incluir una cláusula de arbitraje en los estatutos es esencial para su implementación, y es fundamental contar con una redacción precisa y asesoramiento legal especializado.

En Grupo Alcázar, estamos comprometidos con ofrecerte el mejor asesoramiento jurídico y contamos con especialistas en la dirección letrada de este tipo de procedimientos arbitrales.

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