Vivimos tiempos en los que las nuevas referencias sociales son esas figuras que se han venido a denominar como “influencers”, definidos por la RAE como personas con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales.
Existen multitud de tipos de influencers, sobre moda, estilos de vida, comidas, motor, deporte, etc. y en los últimos tiempos ha surgido una nueva categoría:los gurús del asesoramiento financiero.Éstos, mostrando una ostentosa (y aparente)vida de lujos y éxitos obtenidos a partir de sus conocimientos financieros, tratan de captar potenciales clientes, ofreciéndoles, a altos precios, cursos y/o consejos de inversión.
Forman parte de este fenómeno las “criptomonedas” y las aplicaciones “brokers”, presentes actualmente incluso en la publicidad de eventos deportivos y equipos de fútbol.
El auge de la inversión particular ha crecido de forma exponencial convirtiéndose en una tendencia global.
Ante este auge son varias las advertencias de riesgo emitidas por organismos europeos como la ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados, según sus siglas en inglés) y nacionales como la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ante la evidencia, entre otras cuestiones, de que,en muchos casos, los “expertos” carecen de formación profesional acreditable.
Ya son varios los casos en los que las autoridades policiales han tenido que tomar cartas en el asunto para poner coto a estafas online a través de cursos de formación.
El tipo de esquema piramidal en este tipo de organizaciones suele emplear como gancho un alto rendimiento económico previo aporte económico para poder entrar a pertenecer a la organización, obteniendo mayores beneficios en caso de dar entrada a nuevos integrantes de la organización y realizando cada vez nuevas inversiones.
Llegado el momento en el que las comisiones no se puedan mantener por la falta de entrada de nuevos inversores, los beneficios desaparecen y los pequeños inversores, pierden toda la inversión realizada.
Los líderes de estas organizaciones, suelen en ese momento hacerse “invisibles”, obligando a los inversores a acudir al auxilio judicial con el fin de intentar recuperar su inversión, cuestión que puede implicar grandes dificultades.
Actualmente la Audiencia Nacional investiga el caso Arbistar, el considerado hasta el momento como la mayor estafa piramidal empleando criptomonedas. La organización financiera, ofrecía rentabilidades en algunos casos del 15%, usando el dinero de los nuevos inversores para pagar las comisiones de los antiguos, y así continuar ampliando la estructura.
Para evitar riesgos respecto a sus ahorros e inversiones, nuestra recomendación es la de huir de aquellos gurús que ofrecen métodos milagro para ganar mucho dinero en poco tiempo. Es esencial valerse de organizaciones auditadas y auténticos profesionales con suficiente formación, a la hora de lanzarse a realizar este tipo de inversiones.
Si considera que ha podido ser víctima de alguna de estas situaciones, en ALCÁZAR, encontrará un equipo de profesionales expertos en Penal Económico, dispuestos a asesorarle en esta cuestión para encontrar la solución más satisfactoria para sus intereses, así como, de ser esta la necesidad, para defenderle judicialmente.
Autor: Manuel Velázquez Sánchez
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